15 abril 2006

POSIBLEMENTE JESUCRISTO CAMINÓ SOBRE EL HIELO Y NO SOBRE EL AGUA

Según el nuevo testamento Jesucristo caminó sobre el agua del mar de Galilea, pero según un estudio quizás caminó sobre hielo flotante.
El autor del estudio es Doron Nof profesor de Oceanografía de la Universidad del estado de Florida en Tallahassee (EEUU).
El estudio apunta hacia una rara combinación de condiciones atmosféricas que pueden desembocar en un fenómeno aislado de congelación de aguas superficiales.
Este fenómeno lo llaman hielo de primavera.
En lo que es hoy el norte de Israel esa clase de hielo puede haberse formado sobre aguas frescas superficiales sobre lo que hoy se llama Lago Kinneret cuando las temperaturas cayeron brevemente durante unos periodos fríos comprendidos entre hace 2500 y hace 1500 años.
Un témpano flotante aislado de hielo sobre la superficie del lago puede además ser indistinguible de las aguas que lo circundan.
Las aguas no congeladas estarían constituidas por corrientes de agua salada provenientes de manantiales situados a lo largo de la costa oeste sobre Tabgha.
Según Nof se puede explicar científicamente que este proceso único de congelación probablemente sucedió en la región un puñado de veces en los últimos 12.000 años y que la interpretación bíblica del fenómeno debe ser efectuada por otros.
Esta no es la primera vez que investigadores de esta universidad ofrecen una explicación científica a milagros alrededor de sistemas acuosos y ya en 1992 Nof dio una explicación a la apertura del mar Rojo por parte de Moisés.
Este último estudio aparece publicado en Abril de este año en la revista Journal of Paleolimnology.
Usando registros paelooceanográficos de la temperatura superficial del mar Mediterráneo junto con análisis de hielo y modelos estadísticos Nof y sus colaboradores se concentraron en la dinámica de una pequeña sección del lago Kinneret estudiando unos 1000 metros cuadrados cerca de los manantiales de agua salada.
El análisis apoya la idea de que un breve flujo de aire frío descendió sobre el lago bajando la temperatura hasta los 4ºC bajo cero justo por las décadas (con un error de un siglo) en la que se supone que Jesucristo estaba allí.
Bajo esas condiciones es fácil que se formaran placas de hielo flotante sobre el lago.
Esas condiciones tan poco habituales para esa latitud probablemente serían interpretadas como un milagro por la gente de la época.
Nof ha calculado que en los pasados 120 siglos este fenómeno se debe de haber dado una vez cada mil años, pero que en la época de Jesucristo se dio más frecuentemente, dándose concretamente una vez cada 30 o 160 años.
Placas de hielo flotante rodeadas de agua líquida sería indistinguible en la distancia, sobre todo si la lluvias suavizan la superficie de las mismas, y la gente del lugar poco habituada a este tipo de fenómenos no lo reconocerían.
La posibilidad de que se de el fenómeno en la actualidad es prácticamente cero.
Este profesor recibe cientos de emails de odio todos los días por parte de cristianos fundamentalistas que creen que trata de devaluar los valores del cristianismo.
Pero él afirma que ese no es su objetivo.
Fuente: NEOFRONTERAS