20 abril 2006

LOS EMPASTES CON MERCURIO NO TIENEN EFECTOS NEUROTÓXICOS

Los empastes con alto contenido en mercurio no tienen efectos neuropsicológicos y conductuales nocivos en niños, según un estudio coordinado por David Bellinger, del Hospital infantil de Boston, en Estados Unidos, que se publica hoy en The Journal of the American Medical Association. Se estima que cerca de 70 millones de norteamericanos llevan empastes de plata, cuya mezcla incluye entre un 40 y un 50 por ciento de mercurio.

Investigadores del Hospital Infantil de Boston, en Estados Unidos, han mostrado que no existen diferencias neuropsicológicas y conductuales significativas entre los niños que llevan empastes con mercurio y los que tienen otros materiales de restauración dental.
El trabajo, coordinado por David Bellinger, se publica hoy en The Journal of the American Medical Association.
La plata es uno de los materiales para empastes más usados y se estima que 70 millones de norteamericanos lo llevan.
La mezcla habitual contiene entre un 40 y un 50 por ciento de mercurio, que emite pequeñas cantidades del elemento con potencial neurotóxico. A pesar de la preocupación suscitada por el uso de este metal, no parece haber relación entre la inhalación del mercurio de los empastes y el deterioro de la salud neurofisiológica.

Neurofisiológicos
Los autores analizaron la relación entre la función renal y neurofisiológica y los empastes con mercurio en 534 niños de entre seis y diez años.
Los resultados no mostraron efectos adversos en la salud de los niños con empastes que contenían mercurio en comparación con los que usaban otros materiales.
No obstante, los niños con empastes con mercurio tenían niveles medios más elevados de este elemento en la orina, si bien no tuvo impacto en la salud durante los cinco años de seguimiento.
Esos datos han sido confirmados por un segundo estudio coordinado por Timothy DeRouen, de la Universidad de Washington, en Seattle, que se publica en la misma revista.
DeRouen estudió a 507 niños en los que no se observaron efectos adversos conductuales, visuales, de memoria o atención derivados del mercurio tras siete años de seguimiento.
Fuente: DIARIO MÉDICO