LA TEORÍA DE LA LARGA COLA
Una teoría prevé el fin de los éxitos en masa en la Red
Según la teoría Long Tail o de la Larga Cola, Internet marca el fin de una era de éxitos en masa y el inicio de los nichos especializados.
Quizás sea cierto.
Pero puede que se produzcan algunas importantes consecuencias inesperadas.
Antes de nada, aclaro que soy un fanático de la música, y prefiero definitivamente a los Long Tail que los superéxitos.
También leo mucho, y es fantástico poder tener una gama tan amplia de opciones en Amazon.
“La teoría Long Tail sostiene que nuestra cultura y economía está pasando de estar concentrada en un número pequeño de ‘éxitos’ (productos y mercados de amplia aceptación) en la cima de la curva de demanda, a dedicarse a una enorme cantidad de nichos especializados en la cola”, explica Chris Anderson, uno de los padres de la teoría.
“Al disminuir los costos de producción y distribución, especialmente online, ahora hay menos necesidad de apelotonar a productos y consumidores en contenedores de talla única.
En una era sin las limitaciones del espacio físico de las estanterías y otros cuellos de botella de la distribución, los productos y servicios con un target muy definido pueden ser tan económicamente atractivos como los de consumo popular”.
No cuestiono el planteamiento básico de esta teoría, pero tengo mis reservas, basadas principalmente en lo que creo que es una interpretación incorrecta de la misma.
A lo largo de los años me he cruzado constantemente con personas relacionadas con la gestión de páginas en Internet que utilizan esta teoría para impulsar la idea que las webs no necesitan ser gestionadas.
Los defensores de la teoría defienden que a los productores se les deben facilitar las herramientas para crear y después dejarles libres.
A los consumidores se les deben facilitar las herramientas para buscar y después dejarles libres.
No se necesita ningún tipo de control editorial o de calidad.
Es la extrema libertad de elección.
Por supuesto, lo que se consigue es una página web horrorosa llena de tonterías (un hecho especialmente palpable en las intranets).
Una cola implica un cuerpo y una cabeza.
Sin Fat Head (cabeza grande), Long Tail (larga cola) sufriría rápidamente.
Amazon y Apple quizás tengan largas colas, pero también tienen cabezas muy bien gestionadas cuando toca hablar de éxitos y grandes superventas.
Si la larga cola repartiese ventas y beneficios de un modo más equitativo dentro de un sector, se podría esperar que los productores más pequeños de la cola incrementasen sus beneficios.
Pero eso no siempre ocurre así.
Es cierto que las principales compañías discográficas han disminuido sus ventas en los últimos cinco años.
Sin embargo, esto no se ha traducido en un incremento de las ventas de los sellos independientes de la larga cola.
Sus ventas también han caído, aunque no al mismo ritmo que el declive de las grandes discográficas.
Como hoy en día hay menos grandes éxitos de taquilla, eso no quiere decir automáticamente que los cineastas independientes estén ganando más (a las películas extranjeras, por ejemplo, pocas veces les ha ido peor en EE. UU. que en la actualidad).
De hecho, según desprendo tras hablar con muchas personas dentro de la industria del libro, Internet probablemente afecta de forma negativa al autor de Long Tail.
Me han asegurado que los autores minoritarios venden menos en la actualidad.
Una razón es que son muchos más.
Otra es que las librerías tradicionales se están centrando más y más en los superventas, en donde pueden competir con Amazon.
Irónicamente, a medida que los consumidores logran una mayor oferta en la Red, los autores de la larga cola, los músicos y los cineastas se hacen más pobres (a excepción, por supuesto, de los pocos escogidos que cada año logran llegar a ser Fat Head.
Autor: GERRY McGOVERN
Fuente: EL PAIS
Según la teoría Long Tail o de la Larga Cola, Internet marca el fin de una era de éxitos en masa y el inicio de los nichos especializados.
Quizás sea cierto.
Pero puede que se produzcan algunas importantes consecuencias inesperadas.
Antes de nada, aclaro que soy un fanático de la música, y prefiero definitivamente a los Long Tail que los superéxitos.
También leo mucho, y es fantástico poder tener una gama tan amplia de opciones en Amazon.
“La teoría Long Tail sostiene que nuestra cultura y economía está pasando de estar concentrada en un número pequeño de ‘éxitos’ (productos y mercados de amplia aceptación) en la cima de la curva de demanda, a dedicarse a una enorme cantidad de nichos especializados en la cola”, explica Chris Anderson, uno de los padres de la teoría.
“Al disminuir los costos de producción y distribución, especialmente online, ahora hay menos necesidad de apelotonar a productos y consumidores en contenedores de talla única.
En una era sin las limitaciones del espacio físico de las estanterías y otros cuellos de botella de la distribución, los productos y servicios con un target muy definido pueden ser tan económicamente atractivos como los de consumo popular”.
No cuestiono el planteamiento básico de esta teoría, pero tengo mis reservas, basadas principalmente en lo que creo que es una interpretación incorrecta de la misma.
A lo largo de los años me he cruzado constantemente con personas relacionadas con la gestión de páginas en Internet que utilizan esta teoría para impulsar la idea que las webs no necesitan ser gestionadas.
Los defensores de la teoría defienden que a los productores se les deben facilitar las herramientas para crear y después dejarles libres.
A los consumidores se les deben facilitar las herramientas para buscar y después dejarles libres.
No se necesita ningún tipo de control editorial o de calidad.
Es la extrema libertad de elección.
Por supuesto, lo que se consigue es una página web horrorosa llena de tonterías (un hecho especialmente palpable en las intranets).
Una cola implica un cuerpo y una cabeza.
Sin Fat Head (cabeza grande), Long Tail (larga cola) sufriría rápidamente.
Amazon y Apple quizás tengan largas colas, pero también tienen cabezas muy bien gestionadas cuando toca hablar de éxitos y grandes superventas.
Si la larga cola repartiese ventas y beneficios de un modo más equitativo dentro de un sector, se podría esperar que los productores más pequeños de la cola incrementasen sus beneficios.
Pero eso no siempre ocurre así.
Es cierto que las principales compañías discográficas han disminuido sus ventas en los últimos cinco años.
Sin embargo, esto no se ha traducido en un incremento de las ventas de los sellos independientes de la larga cola.
Sus ventas también han caído, aunque no al mismo ritmo que el declive de las grandes discográficas.
Como hoy en día hay menos grandes éxitos de taquilla, eso no quiere decir automáticamente que los cineastas independientes estén ganando más (a las películas extranjeras, por ejemplo, pocas veces les ha ido peor en EE. UU. que en la actualidad).
De hecho, según desprendo tras hablar con muchas personas dentro de la industria del libro, Internet probablemente afecta de forma negativa al autor de Long Tail.
Me han asegurado que los autores minoritarios venden menos en la actualidad.
Una razón es que son muchos más.
Otra es que las librerías tradicionales se están centrando más y más en los superventas, en donde pueden competir con Amazon.
Irónicamente, a medida que los consumidores logran una mayor oferta en la Red, los autores de la larga cola, los músicos y los cineastas se hacen más pobres (a excepción, por supuesto, de los pocos escogidos que cada año logran llegar a ser Fat Head.
Autor: GERRY McGOVERN
Fuente: EL PAIS
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