05 enero 2006

EL TAMAÑO SÍ IMPORTA. POR LO MENOS EL DEL CEREBRO

Según un estudio se ha encontrado una relación proporcional entre el tamaño del cerebro y la inteligencia.
Al parecer cuanto más grande es éste más inteligencia se tiene.
Y otro estudio apunta a diferencias en la actividad cerebral entre ambos sexos.
Sandra Witelson de Michael G. DeGroote School of Medicine ha publicado en el numero de diciembre de la revista Brain unos resultados sobre las bases neurológicas subyacentes a la inteligencia.
El estudio se basa en 100 pacientes terminales con sus facultades mentales en condiciones normales que aceptaron que sus cerebros fueran medidos después de su muerte.
Previamente se les sometió a una serie de pruebas para medir su inteligencia.
Se encontró que cuanto mayor era el cerebro más inteligencia se tenía, pero también encontraron diferencias entre hombres y mujeres.
En mujeres la inteligencia verbal está claramente correlacionada con el tamaño del cerebro, que supone un 36% del coeficiente intelectual.
En hombres esto es verdad sólo para diestros, indicando que ser diestro o zurdo es un factor importante en los varones.
La inteligencia espacial también esta correlacionada con el tamaño del cerebro en mujeres, pero de una manera menos evidente.
Estos resultados sugieren que las mujeres podrían usar una estrategia verbal en el pensamiento espacial.
Sin embargo, en hombres las capacidades verbales y espaciales están más separadas.
Podría ser que el tamaño o estructura de regiones localizadas del cerebro que proporcionan las capacidades de orientación espacial en los hombres pudiesen estar relacionados con la inteligencia espacial.
Curiosamente la edad afecta de distinta manera a hombres y a mujeres. El tamaño del cerebro en los hombres decrece claramente con la edad mientras que en las mujeres no es así.
No se sabe si son factores genéticos, hormonales o medioambientales.
Según Witelson queda por determinar por qué el tamaño del cerebro afecta a la inteligencia, y añade que esto debe hacernos tomar precauciones cuando se usan técnicas de resonancia magnética nuclear para medir capacidades intelectuales.
Otro estudio publicado en NeuroImage, esta vez con pacientes vivos y precisamente usando resonancia magnética nuclear, apunta también a las diferencias intelectuales entre hombres y mujeres.
En este caso el estudio lo realizó Emily Bell de University of Alberta.
Según los resultados los hombres y mujeres utilizan diferentes partes de su cerebro cuando realizan la misma tarea, apuntando que los cerebros trabajan de distinta manera.
A los voluntarios se les sometió a diversas pruebas de memoria, así como tareas verbales, visuales y motoras mientras que la actividad del cerebro era vigilada por un sistema de resonancia magnética nuclear.
Con este sistema se pueden ver las áreas más activas del cerebro debido al mayor aporte de flujo sanguíneo que presentan.
Los resultados fueron sorprendentes.
Algunas veces los hombres y mujeres realizaban la misma tarea y mostraban una actividad cerebral diferente, y otras veces realizaban tareas distintas y sin embargo mostraban la misma actividad cerebral.
Los voluntarios fueron 33 personas diestras (23 hombres y 10 mujeres), que aunque es una muestra pequeña, según los autores es suficiente para que los resultados sugieran la necesidad de una investigación futura sobre tratamientos distintos para hombres y mujeres en el caso de determinados desórdenes mentales.
Según Dr. Peter Silverstone ya se sabía que había diferencias entre hombres y mujeres, pero ver que la respuesta cerebral distinta ante la misma tarea tiene implicaciones en una gran variedad de situaciones clínicas.
Estas situaciones serían aquellas en las que la proporción estadística entre hombres y mujeres que padecen una determinada condición metal son diferentes, como la depresión que afecta al doble de mujeres que a hombres.
Tomado de Neofronteras