29 diciembre 2005

UN CIENTÍFICO EN DESGRACIA CON APOYO POPULAR

No son muchos los científicos que cuentan con sus propios clubes de admiradores, pero el Dr. Hwang Woo-suk, el pionero de la investigación sobre células madre en Corea del Sur, tiene uno de más de 15.000 miembros.
A pesar de las dificultades por las que atraviesa en estos días, el número de integrantes de la comunidad en línea "Amo a HWS" no deja de crecer.
Hwang es considerado un héroe nacional desde que el año pasado su equipo clonó satisfactoriamente un embrión humano y produjo células madre que se podrían utilizar en la búsqueda de curas para enfermedades que van desde la diabetes hasta el mal de Alzheimer.
Sin embargo, parecía castigado y arrepentido cuando finalmente se presentó ante la prensa, el jueves, para responder a acusaciones de prácticas poco éticas en su laboratorio.

"Ciego"
Las acusaciones se centraron en la recopilación de células de óvulos humanos para su investigación y si se obtuvieron de forma voluntaria.
El Dr. Hwang se disculpó ante la nación por los lapsos éticos en su trabajo.
Explicó que no había dicho toda la verdad sobre la fuente de algunos óvulos y que se había centrado demasiado en los resultados.
Para mostrar su arrepentimiento, Hwang dijo que renunciaba a sus puestos oficiales, aunque continuaría como investigador en el proyecto sobre células madre.
"El mundo se quedó boquiabierto cuando di a conocer los resultados de mis investigaciones. Sentí el orgullo nacional y la confianza en que los coreanos también podemos lograr lo que nos proponemos", dijo en la concurrida conferencia de prensa.
"Me cegaron mi trabajo y mis deseos de triunfar", añadió.

Apoyo
La admisión impactó a los coreanos, que han estado muy orgullosos del trabajo innovador de los investigadores sobre células madre de la Universidad Nacional de Seúl.
El gobierno ha dado un generoso apoyo financiero al equipo, que busca transformar a Corea del Sur en un centro de las tecnologías del futuro.
A pesar de todo, algunas encuestas de opinión preliminares realizadas en internet muestran que Hwang todavía cuenta con un apoyo mayoritario del público.
Decenas de otras donantes han ofrecido sus óvulos para que él pueda seguir investigando.
Entre ellas están Kim Yi-hum y sus dos hijas, de 19 y 22 años de edad.
"Creo que el Dr. Hwang es la estrella más brillante de Corea en el siglo XXI y es una figura innovadora, que podría salvar a la humanidad. Su investigación ya está muy avanzada y debe continuar a cualquier costo", dijo la señora Kim.
La donante añadió que a ella y a sus hijas les alegra poder ofrecer células ovulares, a pesar de que se trata de un procedimiento muy molesto, que puede tener efectos colaterales dañinos.

¿Presión?
Como los sentimientos patrióticos se han estado expresando con tanta fuerza, ha sido difícil para los escépticos que se escuchen sus opiniones.
El Dr. Koo Young-mo, catedrático de ética médica, fue acusado de deslealtad cuando trató de cuestionar inicialmente a Hwang sobre sus prácticas.
"Los coreanos suelen ser muy tacaños a la hora de donar órganos. Aquí no tenemos esa tradición. Por eso, me entró mucha curiosidad por saber cómo los investigadores habían tenido acceso a tantas células ovulares", dijo.
El año pasado lo sorprendió un informe que decía que una joven investigadora del laboratorio había ofrecido sus propios óvulos en momentos de escasez.
"Me preocupó que una joven integrante del equipo pudiera haberse sentido presionada, ya que en una sociedad jerárquica como la nuestra los investigadores de menor rango no pueden ni siquiera soñar con oponerse a los deseos de sus superiores", añadió.
El Dr. Hwang negó entonces la acusación.

Engaño
Pero la imputación volvió a resurgir cuando un colaborador estadounidense clave, el Dr. Gerald Schatten de la Universidad de Pittsburgh, renunció abruptamente del equipo y dijo que lo habían engañado.
El Dr. Hwang acaba de admitir que dos investigadoras donaron sus óvulos, pero aseguró que lo hicieron en secreto, contra la voluntad de él. Agregó que, cuando se enteró, no dijo nada para proteger la confidencialidad de las dos mujeres.
También admitió que se habían comprado óvulos a otras mujeres, a pesar de que anteriormente aseguraba que todos habían sido donados por voluntarias.
El gobierno dice que seguirá apoyando al equipo de la Universidad Nacional de Seúl.
Su trabajo innovador sobre las células madre continuará y ahora no verá obstaculizado por la escasez de óvulos de donantes jóvenes y saludables.
Pero la confianza de los científicos de todo el mundo, que veían al Dr. Hwang como un líder en ese ámbito, se ha debilitado.
La ambición de Corea del Sur de transformarse en un centro para la investigación de las células madre ha sufrido su primer revés, mientras que los científicos de la Universidad Nacional de Seúl se esfuerzan por recuperar su credibilidad.
Tomado de BBC Mundo