EL FACTOR H
La mayoría de los investigadores ve expuesta su actividad científica al escrutinio de comisiones de expertos. Sucede cuando se solicita un proyecto, se somete un artículo, se busca una promoción o un premio. El desarrollo científico ha estado intrínsecamente asociado al escrutinio por expertos. Este proceso se ha acentuado a comienzos del siglo XXI por el peso creciente que la ciencia y la tecnología tienen en los presupuestos de los países desarrollados. Una evaluación bien llevada tiene como objetivo priorizar, motivar y estimular la investigación; mal realizada supone un freno al conocimiento y al progreso.
Se han propuesto diversos índices para evaluar el rendimiento de un científico, los más comunes son el número de artículos y el número de veces que esos artículos son citados.
Sin embargo, estos índices no están exentos de limitaciones y no son universalmente aceptados.
Por una parte, el número de artículos publicados no nos dice nada sobre el impacto de los mismos.
Existen casos de científicos sumamente prolíficos y escasamente citados.
Por otra parte, el recuento de las citas, aunque mide el impacto, no está lo suficientemente individualizado.
Podría darse el caso de un autor con muchas citas provenientes de uno o varios trabajos colectivos donde su participación ha sido secundaria.
Jorge E. Hirsch es un eminente catedrático de física de la Universidad de California que se ha encontrado en numerosas ocasiones con la tarea de evaluar la actividad de otros científicos, o de ver evaluada la suya.
Y ha hecho de la necesidad virtud.
Recientemente ha publicado un trabajo en donde se propone un nuevo y sencillo índice para evaluar la carrera de un científico, el factor h (h-index).
Su trabajo ha tenido una repercusión extraordinaria y está destinado a revolucionar el criterio para clasificar a los científicos.
Ha sido un tema estrella en numerosas reuniones científicas, ha merecido artículos en revistas multidisciplinares como Nature y una de las mayores bases de datos de física de altas energías (SPIRES) lo ha incorporado en su base de datos.
El factor h es un número que se asigna a cada científico y establece el número de artículos que tiene ese autor con tantas o más citas que su factor h.
Por ejemplo, un factor h=20 significa que ese científico tiene 20 artículos que han sido citados 20 o más veces.
Categorizar la actividad científica con el factor h presenta varias ventajas, por una parte, es un promedio extendido a lo largo de los años; es un número que sólo puede crecer o permanecer estancado; permite extrapolar el rendimiento de un científico a medio plazo (cinco años); permite comparar las carreras de científicos de distintas edades; y sobre todo es muy robusto ante las manipulaciones.
¿Qué factor h tienen los científicos?
En el caso de los físicos, Ed Witten (Princeton) tiene el factor más elevado h=110.
El primer físico experimental es un español, Manuel Cardona, aunque el grueso de su carrera se ha efectuado en Alemania y EE. UU. (h=86).
Hirsch concluye que un factor h=20 después de 20 años de actividad científica es característico de una carrera coronada por el éxito.
Factores h=35-45 después de 20 años sólo se dan entre los mejores científicos y un factor h= 60 caracteriza a un individuo singular, excepcionalmente dotado para la ciencia.
¿Cuál es el factor h de un premio Nobel?
En física, el promedio durante los últimos 20 años es h=41.
Éste es un dato sumamente interesante pues revela que un Nobel, antes de obtener el premio, ha tenido una carrera muy fructífera y exitosa.
También desmonta el mito que dice que un premio Nobel representa un golpe de suerte, y por tanto al alcance de una gran mayoría de científicos.
La aplicación del factor h a nivel español nos dice algunas cosas, por ejemplo, el valor medio de los tres últimos premios de física es h=34, un valor ciertamente elevado, pero que compara desfavorablemente con un equivalente como el acceso a la Academia de Ciencias de EE.UU., que para físicos es de h=45.
El factor h de los candidatos más destacados en un concurso de promoción interna del CSIC fue h=7, un equivalente, la promoción a profesor asociado en una universidad de investigación de EE.UU. requiere un h=12.
Por supuesto, la evaluación en ciencia no puede reducirse a un manojo de números, pero si el factor h resiste el escrutinio de la comunidad científica, éste debería de ser un elemento importante en el proceso de selección y evaluación de los científicos.
Escrito por Ricardo García para EL PAIS
Se han propuesto diversos índices para evaluar el rendimiento de un científico, los más comunes son el número de artículos y el número de veces que esos artículos son citados.
Sin embargo, estos índices no están exentos de limitaciones y no son universalmente aceptados.
Por una parte, el número de artículos publicados no nos dice nada sobre el impacto de los mismos.
Existen casos de científicos sumamente prolíficos y escasamente citados.
Por otra parte, el recuento de las citas, aunque mide el impacto, no está lo suficientemente individualizado.
Podría darse el caso de un autor con muchas citas provenientes de uno o varios trabajos colectivos donde su participación ha sido secundaria.
Jorge E. Hirsch es un eminente catedrático de física de la Universidad de California que se ha encontrado en numerosas ocasiones con la tarea de evaluar la actividad de otros científicos, o de ver evaluada la suya.
Y ha hecho de la necesidad virtud.
Recientemente ha publicado un trabajo en donde se propone un nuevo y sencillo índice para evaluar la carrera de un científico, el factor h (h-index).
Su trabajo ha tenido una repercusión extraordinaria y está destinado a revolucionar el criterio para clasificar a los científicos.
Ha sido un tema estrella en numerosas reuniones científicas, ha merecido artículos en revistas multidisciplinares como Nature y una de las mayores bases de datos de física de altas energías (SPIRES) lo ha incorporado en su base de datos.
El factor h es un número que se asigna a cada científico y establece el número de artículos que tiene ese autor con tantas o más citas que su factor h.
Por ejemplo, un factor h=20 significa que ese científico tiene 20 artículos que han sido citados 20 o más veces.
Categorizar la actividad científica con el factor h presenta varias ventajas, por una parte, es un promedio extendido a lo largo de los años; es un número que sólo puede crecer o permanecer estancado; permite extrapolar el rendimiento de un científico a medio plazo (cinco años); permite comparar las carreras de científicos de distintas edades; y sobre todo es muy robusto ante las manipulaciones.
¿Qué factor h tienen los científicos?
En el caso de los físicos, Ed Witten (Princeton) tiene el factor más elevado h=110.
El primer físico experimental es un español, Manuel Cardona, aunque el grueso de su carrera se ha efectuado en Alemania y EE. UU. (h=86).
Hirsch concluye que un factor h=20 después de 20 años de actividad científica es característico de una carrera coronada por el éxito.
Factores h=35-45 después de 20 años sólo se dan entre los mejores científicos y un factor h= 60 caracteriza a un individuo singular, excepcionalmente dotado para la ciencia.
¿Cuál es el factor h de un premio Nobel?
En física, el promedio durante los últimos 20 años es h=41.
Éste es un dato sumamente interesante pues revela que un Nobel, antes de obtener el premio, ha tenido una carrera muy fructífera y exitosa.
También desmonta el mito que dice que un premio Nobel representa un golpe de suerte, y por tanto al alcance de una gran mayoría de científicos.
La aplicación del factor h a nivel español nos dice algunas cosas, por ejemplo, el valor medio de los tres últimos premios de física es h=34, un valor ciertamente elevado, pero que compara desfavorablemente con un equivalente como el acceso a la Academia de Ciencias de EE.UU., que para físicos es de h=45.
El factor h de los candidatos más destacados en un concurso de promoción interna del CSIC fue h=7, un equivalente, la promoción a profesor asociado en una universidad de investigación de EE.UU. requiere un h=12.
Por supuesto, la evaluación en ciencia no puede reducirse a un manojo de números, pero si el factor h resiste el escrutinio de la comunidad científica, éste debería de ser un elemento importante en el proceso de selección y evaluación de los científicos.
Escrito por Ricardo García para EL PAIS
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