ENCUENTRAN PRUEBAS DE EVOLUCIÓN HUMANA RECIENTE
Se encuentran pruebas de que la especie humana ha estado sometida a la presión de la selección natural durante los últimos pocos miles de años y por tanto está todavía evolucionando.
La especie humana es como cualquier otra especie animal y está sujeta a los mismos condicionantes biológicos determinados por la selección natural y la genética, y la medicina y tecnología modernas no nos sacan del todo de estos condicionantes.
Investigadores de la Universidad de Chicago dirigidos por Jonathan Pritchard han encontrado pruebas de esto último.
Han conseguido identificar las regiones de nuestro genoma en las cuales las secuencias de ADN muestran marcas de haber sido seleccionadas recientemente.
Este trabajo, además de arrojar luz sobre los genes que han sido más importantes en nuestra adaptación, permitirá identificar los factores genéticos relacionados con la presión arterial alta o con el alcoholismo. Entre los genes que muestran claros signos de evolución reciente están los relacionados con la digestión de la leche.
Aunque todos los mamíferos toman leche en la infancia, los humanos parecen ser los únicos que han conseguido realizarlo a lo largo de toda su vida.
Los genes responsables de la pigmentación de piel muestran también signos de evolución rápida y reflejaría el hecho de que los seres humanos han colonizados latitudes donde hay menos irradiación solar.
Este equipo de investigadores ha usado datos de un proyecto internacional (International HapMap Project) para realizar el trabajo. Este proyecto está enfocado en el estudio de los polimorfismos de nucleótidos simples, que son lugares del ADN que varían entre distintas personas por sólo una base o letra del código genético (A, C, G, oT).
El equipo de investigadores recogió datos de más de 200 personas no emparentadas en tres regiones distintas del globo: Asia Oriental (98), Europa (60) y Nigeria (60).
Han encontrado más de 700 de estas variaciones que se han dado en los últimos 10.000 años.
Las mutaciones genéticas que confieren una ventaja competitiva sobre una población se expanden más rápidamente que las mutaciones naturales al azar.
Estas porciones de ADN con mutaciones ventajosas deberían de contener determinados polimorfismos de nucleótido simple (PNS) según son seleccionadas en el tiempo.
De este modo, si se encuentra una cadena de PNS que consiste principalmente en la misma letra para una población dada, se puede afirmar que los genes que le acompañan aparecieron bajo una fuerte presión de selección.
Este método revela cambios que han ocurrido desde que diversas poblaciones se escindieron para colonizar áreas diferentes del planeta.
Muchos de estos genes que muestran evidencias de selección reciente están relacionados con el metabolismo, demuestran la adaptación a diferentes dietas y han sido la clave de la evolución humana más reciente.
Entre estas variaciones modernas del genoma se han estudiado regiones previamente conocidas por esta característica, como la sensibilidad de la hipertensión a la sal o el gen de la lactosa que nos permite seguir consumiendo leche en edad adulta.
Esta mutación aparece en el 90% de los europeos y según Pritchard en pocos miles años todos portarán esta mutación.
Otro proceso que muestra signos de reciente selección está relacionado con los genes de la morfología de desarrollo cerebral.
También han encontrado en el grupo europeo cinco genes relacionados con la pigmentación de la piel que han sufrido fuerte presión por parte de la selección natural, así como los de la formación y desarrollo del cabello.
Esto era un resultado lógico de esperar.
Entre los asiáticos se encontraron fuertes evidencias de selección sobre la encima dehidrogenasa que metaboliza el alcohol.
Algunos individuos de esta población tienen una mutación que hace que este camino metabólico no funcione bien, haciéndoles intolerantes al alcohol.
Esto podría estar relacionado tambien con el alcoholismo.
El 20% de los genes identificados muestran evidencias de selección en más de una población de las estudiadas.
De entre ellos los genes relacionados en el proceso reproductivo muestran que son igualmente muy importantes en los tres grupos.
Una de las facetas de evolución humana en la dieta moderna podría estar en cómo la comida es usada y almacenada en el cuerpo.
Según una teoría algunos genes aumentan la eficiencia en la acumulación de grasas cuando hay alimentos disponibles, provocando un aumento de peso.
Estos genes eran importantes antes del descubrimiento de la agricultura para poder sobrevivir a las épocas de escasez.
Los investigadores han encontrado signos de selección en algunos de estos genes, como el receptor de leptina, que es el responsable de la regulación de los depósitos grasos.
Los tres grupos estudiados muestran la misma cantidad de evolución reciente a pesar de que una de las poblaciones estudiadas era africana. Esto es una sorpresa porque se supone que la humanidad surgió en África y se extendió al resto del mundo.
Como es de suponer que las poblaciones viajeras están sometidas a mayor presión por parte de la selección natural sería de esperar más evidencias de evolución reciente fuera de África.Jonathan K. Pritchard, uno de los autores del trabajo, no está de acuerdo con las afirmaciones de algunos expertos apoyando la idea de que la medicina moderna y la tecnología han sacado al ser humano fuera del sistema de selección natural.
Según este investigador la presión por parte de la selección todavía se da, como por ejemplo en los genes que tienen un impacto sobre la supervivencia del feto.
Estamos pues todavía evolucionando, independientemente de lo que piensen algunos radicales religiosos.
Fuente: "A Map of Recent Positive Selection in the Human Genome” Voight B. F., Kudaravalli S, Wen X.& Pritchard J. K. . PLoS Biol, 4 . e72 (2006).
La especie humana es como cualquier otra especie animal y está sujeta a los mismos condicionantes biológicos determinados por la selección natural y la genética, y la medicina y tecnología modernas no nos sacan del todo de estos condicionantes.
Investigadores de la Universidad de Chicago dirigidos por Jonathan Pritchard han encontrado pruebas de esto último.
Han conseguido identificar las regiones de nuestro genoma en las cuales las secuencias de ADN muestran marcas de haber sido seleccionadas recientemente.
Este trabajo, además de arrojar luz sobre los genes que han sido más importantes en nuestra adaptación, permitirá identificar los factores genéticos relacionados con la presión arterial alta o con el alcoholismo. Entre los genes que muestran claros signos de evolución reciente están los relacionados con la digestión de la leche.
Aunque todos los mamíferos toman leche en la infancia, los humanos parecen ser los únicos que han conseguido realizarlo a lo largo de toda su vida.
Los genes responsables de la pigmentación de piel muestran también signos de evolución rápida y reflejaría el hecho de que los seres humanos han colonizados latitudes donde hay menos irradiación solar.
Este equipo de investigadores ha usado datos de un proyecto internacional (International HapMap Project) para realizar el trabajo. Este proyecto está enfocado en el estudio de los polimorfismos de nucleótidos simples, que son lugares del ADN que varían entre distintas personas por sólo una base o letra del código genético (A, C, G, oT).
El equipo de investigadores recogió datos de más de 200 personas no emparentadas en tres regiones distintas del globo: Asia Oriental (98), Europa (60) y Nigeria (60).
Han encontrado más de 700 de estas variaciones que se han dado en los últimos 10.000 años.
Las mutaciones genéticas que confieren una ventaja competitiva sobre una población se expanden más rápidamente que las mutaciones naturales al azar.
Estas porciones de ADN con mutaciones ventajosas deberían de contener determinados polimorfismos de nucleótido simple (PNS) según son seleccionadas en el tiempo.
De este modo, si se encuentra una cadena de PNS que consiste principalmente en la misma letra para una población dada, se puede afirmar que los genes que le acompañan aparecieron bajo una fuerte presión de selección.
Este método revela cambios que han ocurrido desde que diversas poblaciones se escindieron para colonizar áreas diferentes del planeta.
Muchos de estos genes que muestran evidencias de selección reciente están relacionados con el metabolismo, demuestran la adaptación a diferentes dietas y han sido la clave de la evolución humana más reciente.
Entre estas variaciones modernas del genoma se han estudiado regiones previamente conocidas por esta característica, como la sensibilidad de la hipertensión a la sal o el gen de la lactosa que nos permite seguir consumiendo leche en edad adulta.
Esta mutación aparece en el 90% de los europeos y según Pritchard en pocos miles años todos portarán esta mutación.
Otro proceso que muestra signos de reciente selección está relacionado con los genes de la morfología de desarrollo cerebral.
También han encontrado en el grupo europeo cinco genes relacionados con la pigmentación de la piel que han sufrido fuerte presión por parte de la selección natural, así como los de la formación y desarrollo del cabello.
Esto era un resultado lógico de esperar.
Entre los asiáticos se encontraron fuertes evidencias de selección sobre la encima dehidrogenasa que metaboliza el alcohol.
Algunos individuos de esta población tienen una mutación que hace que este camino metabólico no funcione bien, haciéndoles intolerantes al alcohol.
Esto podría estar relacionado tambien con el alcoholismo.
El 20% de los genes identificados muestran evidencias de selección en más de una población de las estudiadas.
De entre ellos los genes relacionados en el proceso reproductivo muestran que son igualmente muy importantes en los tres grupos.
Una de las facetas de evolución humana en la dieta moderna podría estar en cómo la comida es usada y almacenada en el cuerpo.
Según una teoría algunos genes aumentan la eficiencia en la acumulación de grasas cuando hay alimentos disponibles, provocando un aumento de peso.
Estos genes eran importantes antes del descubrimiento de la agricultura para poder sobrevivir a las épocas de escasez.
Los investigadores han encontrado signos de selección en algunos de estos genes, como el receptor de leptina, que es el responsable de la regulación de los depósitos grasos.
Los tres grupos estudiados muestran la misma cantidad de evolución reciente a pesar de que una de las poblaciones estudiadas era africana. Esto es una sorpresa porque se supone que la humanidad surgió en África y se extendió al resto del mundo.
Como es de suponer que las poblaciones viajeras están sometidas a mayor presión por parte de la selección natural sería de esperar más evidencias de evolución reciente fuera de África.Jonathan K. Pritchard, uno de los autores del trabajo, no está de acuerdo con las afirmaciones de algunos expertos apoyando la idea de que la medicina moderna y la tecnología han sacado al ser humano fuera del sistema de selección natural.
Según este investigador la presión por parte de la selección todavía se da, como por ejemplo en los genes que tienen un impacto sobre la supervivencia del feto.
Estamos pues todavía evolucionando, independientemente de lo que piensen algunos radicales religiosos.
Fuente: "A Map of Recent Positive Selection in the Human Genome” Voight B. F., Kudaravalli S, Wen X.& Pritchard J. K. . PLoS Biol, 4 . e72 (2006).
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