CHIMPANCÉS COOPERATIVOS Y ALTRUÍSTAS
Según han informado unos investigadores los simios como los chimpancés muestran altruismo, son capaces de reconocer cuando una persona necesitada ayuda y están dispuestos a dársela.
Los investigadores del Instituto Max Planck de Leipzig en Alemania muestran que los chimpancés jóvenes recogerán un objeto caído accidentalmente por su dueño y se lo entregarán si éste lo necesita.
Según Felix Warneken y Michael Tomasello, autores del estudio publicado recientemente en Science, estos resultados muestran que los chimpancés entienden cuando otro ser necesita ayuda y se la prestan si están en posición de proporcionarla.
Este resultado es una sorpresa porque los chimpancés, aunque son muy inteligentes, no están dispuestos en genaral a ser cooperativos a no ser que obtengan un claro beneficio.
Hace ya unos meses Joan Silk afirmaba que los chimpancés muestran escasa solidaridad entre los miembros de su grupo.
El estudio de Silk se realizó sólo entre los chimpancés mientras que en el nuevo estudio el altruismo ha sido medido cuando estos animales interaccionan con humanos.
Además, en este último caso los chimpancés jóvenes podrían considerar a sus cuidadores como progenitores.
En el estudio alemán se comparó el comportamiento de niños de 18 meses de edad con el de los chimpancés.
Se comprobó que los niños tienden a ayudar en mejor medida que los chimpancés a los humanos.
Así, no sólo alcanzaban objetos caídos “accidentalmente”, además apuntaban a la existencia de una trampilla si esto podía ayudar al adulto a recuperar unas llaves caídas en una caja, o advertían de un apilamiento torpe de libros.
Los simios mostraron un comportamiento similar, pero menos flexible que en el caso de los niños.
Esta es la primera vez que una conducta altruista, que tan fácilmente se halla en humanos, se encuentra en animales.
Si se confirman estos resultados entonces se podría especular con la posibilidad de que este tipo de sentimientos que consideramos humanos estuvieran ahí muchos millones de años antes de lo imaginado.
Este comportamiento depende de conocer lo que el adulto está pensando o está tratando de hacer, pero muchos expertos creían que esta característica no se desarrolla en niños hasta los tres años de edad.
No se sabe qué es lo que motiva a los chimpancés a ser cooperativos, pero este estudio muestra que por lo menos son conscientes del estado mental de su cuidador.
En otro estudio publicado por la misma institución, Alicia Melis muestra que los chimpancés que viven en la reserva de la isla Ngamba en Uganda reclutan a los mejores ayudantes para que les echen una mano en las tareas que no pueden realizar por ellos mismos.
Los investigadores colocaron una plataforma con comida fuera de la jaula de los chimpancés y que era accesible si tiraban de un par de cuerdas.
Si se tiraba de una sola cuerda no era posible conseguir la comida.
Los investigadores enseñaron a los chimpancés cómo usar el sistema y cómo manipular el cierre de la puerta de la jaula que comunicaba con su vecino para así darles la opción de ser ayudado por otro miembro de su especie.
Lo interesante es que así lo hicieron.
Descubrieron que cuando se repitió el intento al día siguiente con diversas opciones a colaboradores, los chimpancés estaban más dispuestos a elegir a aquellos que habían demostrado más habilidad el día anterior.
En este caso la cooperación no está basada en razones altruistas o de empatía sino en la obtención de una recompensa.
Referencias: Melis A.P., Hare B.& Tomasello M. . Science, 311 . 1297 - 1300 (2006).Warneken F.& Tomasello M. . Science, 311 . 1301 - 1303 (2006).
Los investigadores del Instituto Max Planck de Leipzig en Alemania muestran que los chimpancés jóvenes recogerán un objeto caído accidentalmente por su dueño y se lo entregarán si éste lo necesita.
Según Felix Warneken y Michael Tomasello, autores del estudio publicado recientemente en Science, estos resultados muestran que los chimpancés entienden cuando otro ser necesita ayuda y se la prestan si están en posición de proporcionarla.
Este resultado es una sorpresa porque los chimpancés, aunque son muy inteligentes, no están dispuestos en genaral a ser cooperativos a no ser que obtengan un claro beneficio.
Hace ya unos meses Joan Silk afirmaba que los chimpancés muestran escasa solidaridad entre los miembros de su grupo.
El estudio de Silk se realizó sólo entre los chimpancés mientras que en el nuevo estudio el altruismo ha sido medido cuando estos animales interaccionan con humanos.
Además, en este último caso los chimpancés jóvenes podrían considerar a sus cuidadores como progenitores.
En el estudio alemán se comparó el comportamiento de niños de 18 meses de edad con el de los chimpancés.
Se comprobó que los niños tienden a ayudar en mejor medida que los chimpancés a los humanos.
Así, no sólo alcanzaban objetos caídos “accidentalmente”, además apuntaban a la existencia de una trampilla si esto podía ayudar al adulto a recuperar unas llaves caídas en una caja, o advertían de un apilamiento torpe de libros.
Los simios mostraron un comportamiento similar, pero menos flexible que en el caso de los niños.
Esta es la primera vez que una conducta altruista, que tan fácilmente se halla en humanos, se encuentra en animales.
Si se confirman estos resultados entonces se podría especular con la posibilidad de que este tipo de sentimientos que consideramos humanos estuvieran ahí muchos millones de años antes de lo imaginado.
Este comportamiento depende de conocer lo que el adulto está pensando o está tratando de hacer, pero muchos expertos creían que esta característica no se desarrolla en niños hasta los tres años de edad.
No se sabe qué es lo que motiva a los chimpancés a ser cooperativos, pero este estudio muestra que por lo menos son conscientes del estado mental de su cuidador.
En otro estudio publicado por la misma institución, Alicia Melis muestra que los chimpancés que viven en la reserva de la isla Ngamba en Uganda reclutan a los mejores ayudantes para que les echen una mano en las tareas que no pueden realizar por ellos mismos.
Los investigadores colocaron una plataforma con comida fuera de la jaula de los chimpancés y que era accesible si tiraban de un par de cuerdas.
Si se tiraba de una sola cuerda no era posible conseguir la comida.
Los investigadores enseñaron a los chimpancés cómo usar el sistema y cómo manipular el cierre de la puerta de la jaula que comunicaba con su vecino para así darles la opción de ser ayudado por otro miembro de su especie.
Lo interesante es que así lo hicieron.
Descubrieron que cuando se repitió el intento al día siguiente con diversas opciones a colaboradores, los chimpancés estaban más dispuestos a elegir a aquellos que habían demostrado más habilidad el día anterior.
En este caso la cooperación no está basada en razones altruistas o de empatía sino en la obtención de una recompensa.
Referencias: Melis A.P., Hare B.& Tomasello M. . Science, 311 . 1297 - 1300 (2006).Warneken F.& Tomasello M. . Science, 311 . 1301 - 1303 (2006).
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