26 marzo 2006

DINOSAURIO SIN PLUMAS CUESTIONA MODELO ACTUAL

Un nuevo fósil de dinosaurio hallado en Alemania ha hecho que los paleontólogos se replanteen las teorías sobre la aparición de las plumas en estos seres.
El fósil se corresponde a un pequeño dinosaurio depredador de unos 75 cm (del tamaño de un pollo actual) que vivió hace 150 millones de años en el Jurásico tardío.
Fue descubierto en unas rocas calizas en un estado de conservación muy bueno en Schamhaupten, al sur del país.
El esqueleto está casi completo a falta de parte de la cola, y constituye el ejemplar de dinosaurio carnívoro no aviar encontrado en Europa mejor conservado hasta el momento.
El fósil incluye partes de la piel del animal que evidencian la ausencia de estructuras relacionadas con plumas, aunque los dinosaurios emparentados con él que vivían en esa época sí las tenían.
Este animal se describe en un artículo de la revista Nature y se ha denominado Juravenator starki y pertenece al grupo de los terópodos. Éstos son un tipo de dinosaurios carnívoros que andaban sobre dos patas y que muchos científicos del campo creen que dieron origen a las aves más tarde.
Este fósil es la excepción a la noción previa que afirmaba que estos animales estaban cubiertos por plumas.
En los restos fosilizados de la piel de este terápodo se pueden apreciar escamas en la cola y patas del animal pero no señales de plumas.
El dinosaurio emplumado más primitivo conocido es el Sinosauropteryx que vivió hace 120 o 150 millones de años.
Se cree que las plumas pudieron evolucionar en los dinosaurios como aislante térmico o como sistema de exhibición para comportamientos de cortejo, en lugar de utilizarse para el vuelo, cosa que ocurriría más tarde con las aves.
Quizás Juravenator sí tenía plumas en otras áreas de la piel que no fueron fosilizadas y este animal simplemente estaba menos emplumado que otros o era joven y todavía no tenía.
Sugerir que este animal era tan primitivo que todavía las plumas no habían evolucionado es difícil de creer según algunos expertos.
Esta cuestión se complica porque las plumas se conservan muy mal, y raramente fosilizan.
Incluso en fósiles muy bien conservados de Archaeopteryx las plumas no aparecen.
Generalmente se buscan señales de los folículos que las producen.
Sea cual sea la explicación en este caso, nuestros conocimientos sobre los inicios de la evolución de las plumas se han visto enriquecidos tras este hallazgo.
Fuente: NEOFRONTERAS