23 marzo 2006

LA SELECCION NATURAL DIRIGE LA ESPECIACIÓN

Un estudio suministra la primera evidencia clara que confirma la proposición de que la selección natural dirige el proceso de especiación y que por tanto es el origen de la variedad de plantas y animales que pueblan la Tierra.
Darwin propuso hace ya mucho tiempo a la selección natural como mecanismo de la evolución y origen último de las especies.
Desde entonces un gran número de estudios han confirmado y extendido su trabajo, pero hasta ahora no se había demostrado la relación directa entre este proceso y la existencia de los muchos millones de especies que hay en este planeta.
En los pasados 20 años diversos estudios sobre un número diverso de especies demostraron que la selección natural fuerza a que las subpoblaciones que se adaptan a un nuevo ambiente reducen su capacidad de entrecruzamientos con miembros de otras subpoblaciones. Esto es esencialmente el primer paso para producir una nueva especie si se espera suficiente tiempo.
Pero los expertos no sabían si esto era la regla general que produce la especiación o representa sólo un caso especial.
Este nuevo estudio publicado en PNAS suministra por primera vez pruebas empíricas que apoyan la proposición central que dice que la selección natural es el mecanismo detrás de la creación de nuevas especies.
Para ello se han basado en el análisis de la relacion entre selección natural y la habilidad de entrecruzamiento en cientos de especies distintas que van de los insectos, pasando por plantas, aves y que llega hasta los peces.
Según Daniel Funk, que junto a Patrik Nosil ha hecho el estudio, afirma que este resultado ayuda a rellenar un hueco que había en los estudios sobre evolución.
Ya se sabía que cuando nuevas especies invaden un nuevo ambiente ecológico o nicho el resultado solía ser la creación de una gran diversidad de nuevas especies, pero no se entendía cómo eran los procesos de adaptación que guiaban el patrón de diversificación.
Lo que estos investigadores querían aclarar era si hay o no una conexión entre el grado de adaptación a un ambiente diferente y la “extensión a la que pueden intercruzarse” las subespecies y que los biólogos llaman aislamiento reproductivo.
Encontraron un método para responder a esta pregunta gracias a la ampliación y modificación de uno ya existente que se utilizó con moscas de la fruta en 1989 por primera vez.
El método original medía el modo en el que el aislamiento reproductivo varía con el tiempo.
Ésta es una herramienta muy útil, y ha sido usada por numerosos investigadores del campo sobre otras especies distintas a las moscas de la fruta, publicandose numerosos resultados.
Funk y colaboradores se dieron cuenta que si usaban los resultados de estos estudios y añadían una dimensión ecológica entonces podrían ser capaces de medir la relación entre selección natural y aislamiento reproductor.
Aunque creían que la idea era buena, no sabían a priori si los resultados serían estadísticamente significativos debido a la falta de precisión, pues no disponían de datos ecológicos uniformes.
Sin embargo, los investigadores lo hicieron lo mejor que pudieron con los datos disponibles y recolectaron toda la información que había en la literatura científica sobre muchas especies y tres de sus variables ecológicas: hábitat, dieta y tamaño.
Entonces usaron esta información para calcular las diferencias en la adaptación ecológica entre los cientos de pares de especies relatadas en esos estudios previos.
Cuando compararon en cada par estudiado la adaptación con el grado de aislamiento reproductivo los investigadores encontraron que la asociación estaba correlacionada con un alto nivel de confianza.
Los casos excepcionales que se salían del modelo eran un caso de entre 250, bastante mejor que el 1 a 20 demandado como mínimo en cualquier trabajo científico que utilice herramientas estadísticas.
Aunque Charles Darwin llamó a su libro “Sobre el origen de las especies” su contenido versa principalmente sobre el papel de la selección natural en los procesos evolutivos en lugar de sobre la aparición de especies nuevas.
Sin embargo, a raíz de este nuevo estudio el título cobra más significado
Fuente: VANDERBILT UNIVERSITY