12 diciembre 2005

DESCUBIERTA OTRA LUNA EN UN CUERPO DEL CINTURÓN DE KUIPER

Los astrónomos han divisado una segunda luna alrededor del “planetoide” 2003 EL61 en los confines del Sistema Solar.
Este descubrimiento permite pensar en la posibilidad que existan más lunas orbitando objetos parecidos, pero sus órbitas inusuales plantean preguntas sobre cómo se habrían podido formar.
Estas dos lunas se mueven en órbita alrededor del cuerpo rocoso llamado 2003 EL61, que es un miembro particularmente extraño del Cinturón de Kuiper ya que rota una vez que cada cuatro horas, mucho más rápido que cualquier otro objeto del Cinturón de Kuiper (KBO) - y le confiere una forma achatada con un diámetro de 2000 kilómetros en su lado más largo - casi el diámetro de Plutón.






El 2003 EL61

En enero de 2005, un equipo dirigido por Mike Brown en Caltech, Pasadena; descubrió que una luna se movía en órbita alrededor de este objeto, pudiendo tener 300 kilómetros de ancho.
La luna tarda cerca de 49 días en orbitar al 2003 EL61 a una distancia de 49.000 kilómetros.
Ahora, el mismo equipo ha divisado otra luna, más débil, en tres de cinco imágenes tomadas usando el observatorio Keck en Hawaii.
La nueva luna puede tener apenas 150 kilómetros de diámetro y parece orbitar alrededor del 2003 EL61 una vez cada 34 días a una distancia de 39.000 kilómetros.
Pero este nuevo satélite viaja en un plano inclinado alrededor de 40° respecto al plano orbital de la luna más grande y más brillante.
Los investigadores creen que las lunas se formaron de los restos de otro KBO grande que colisionó con el 2003 EL61 cuando se formaba el Sistema Solar.
En este panorama, la colisión calentó al 2003 EL61 tanto que perdió la mayoría de su hielo y por eso se ha quedado formado sobre todo por roca.
También hizo girar al 2003 EL61 hasta el punto que ha quedado con esa forma alargada.
Esto, según Brown, explica la mayoría de las características de sistema. Pero la "pregunta del millón" es porqué las dos lunas minúsculas están en planos orbitales tan distintos.
"Mi mejor conjetura es que cuando ambas lunas estaban más cerca, interactuaron gravitacionalmente y se desplazaron a esos planos orbitales" afirmaba Brown. Robin Canup, científico planetario del instituto de investigación del sudoeste en Boulder, Colorado, coincide en que una colisión puede explicar la presencia de las lunas y de la rotación del cuerpo.
Pero piensa que la diferencia en las órbitas de las lunas "está sorprendiendo, y que puede señalar una historia más compleja para este sistema".
Plutón se convirtió recientemente en el primer KBO conocido que puede presumir de tener más de una luna .
Ahora, el descubrimiento de un segundo sistema múltiple "sugiere que pudiera haber más allí fuera" comentaba Brown.
Brown añade que tres de los cuatro KBOs más grandes, Plutón, 2003 EL61 y 2003 UB313 tienen por lo menos una luna.
Al parecer la masa también es un factor determinante a la hora de tener satélites y conservarlos.
"Mi conjetura es que aunque muchos objetos experimentaron colisiones, sólo los más masivos conservaron un disco de material con el cual formarse las lunas." concluía Brown.
Tomado de New Scientist