28 mayo 2006

LA COMPULSIÓN A FUMAR COMIENZA DESPUÉS DE TOMAR EL PRIMER CIGARILLO Y PERMANECE LATENTE MÁS DE TRES AÑOS

La compulsión a fumar se asienta en el cerebro después del primer cigarrillo y permanece latente incluso después de tres años. Así concluye un estudio realizado por Jennifer Fidler, del Departamento de Epidemiología y Salud Pública del University College de Londres, que ha analizado los hábitos frente al tabaco de los adolescentes.

Los niños que prueban su primer cigarrillo a los once años tienen el doble de posibilidades de comenzar con el hábito en los siguientes dos años, frente a los niños que no han probado el tabaco antes de los once años.
En 2004 el 14% de los niños de once años ingleses habían probado los cigarrillos; la cifra se eleva a un 62 por ciento entre los mayores de quince años.
Los investigadores analizaron a cerca de 6.000 jóvenes de entre once a dieciséis años de 36 escuelas del sur de Londres. A los participantes se les proporcionaron encuestas, se les recogieron muestras de cotinina salival y se les tomaron indicadores bioquímicos de la ingesta de nicotina.
Fumadores habitualesA los catorce años los estudiantes que consumen tabaco desde los once tenían dos veces más probabilidades de convertirse en fumadores habituales que los que no habían probado el tabaco desde la infancia.
Los investigadores, que publican su estudio en el último número de Tobacco Control, no apreciaron diferencias según sexo, grupo étnico o capacidad económica.
El equipo del University College de Londres opina que los resultados ofrecen una evidencia clara de un periodo de latencia de la tendencia a fumar entre los jóvenes que comienzan con la adicción antes de los once años. Sólo un cigarrillo puede cambiar las vías de comunicación cerebrales, que pueden activarse por estímulos como el estrés o el ambiente escolar.
Fuente: DIARIO MÉDICO