EL MÍNIMO SOLAR EXPLOTA
Hace tres semanas, el 7 de septiembre, una enorme mancha solar rodeó el extremo este del Sol. En cuanto apareció, explotó, produciendo una de las más brillantes erupciones de rayos X solares de la Era Espacial. En los días que siguieron, la mancha en crecimiento explotó ocho veces más. Cada potente "llamarada X" causó un apagón de radio de onda corta en la Tierra y bombeó nueva energía a una tormenta de radiación alrededor de nuestro planeta. Las explosiones lanzaron nubes magnéticas hacia la Tierra, y cuando impactaron, el 10 y el 11 de septiembre, se observaron auroras rojo rubí.
Entonces, ¿esto es el mínimo solar?
De hecho, el mínimo solar, el punto más bajo del ciclo de actividad solar de 11 años, no se esperaba hasta 2006, pero los pronosticadores esperaban que 2005, la víspera del mínimo solar, fuera un año tranquilo sobre el Sol.
No ha sido tranquilo. 2005 empezó con una llamarada X el día de Año Nuevo —una señal de lo que iba a llegar-. Desde entonces hemos experimentado 4 tormentas geomagnéticas serias y 14 llamaradas X adicionales.
"Esto es mucha actividad", dice el físico solar David Hathaway del Centro Nacional de Ciencias Espaciales y Tecnología (National Space Science and Technology Center) en Huntsville, Alabama.
Comparé 2005 con el máximo solar más reciente: "En el año 2000", recuerda, "hubo 3 tormentas geomagnéticas serias y 17 erupciones de llamaradas X". Más o menos los eventos de 2005 en ambas categorías. El mínimo solar se parece extrañamente al máximo solar.
Los científicos como Hathaway le siguen la pista al ciclo solar de 11 años contando manchas solares. Cuando el número de manchas solares alcanza un pico, es el máximo solar, y cuando decae, es el mínimo solar.
Se supone que esto funciona porque las manchas solares son las principales fuentes de actividad solar: los campos magnéticos de una mancha solar se vuelven inestables y explotan. La explosión produce un destello de radiación electromagnética —una llamarada solar. También puede arrojar una nube de mil millones de toneladas de gas magnetizado al espacio —una eyección de masa coronal o "CME".
Cuando la CME alcanza la Tierra, hace estallar una tormenta geomagnética y vemos auroras. Las CME también pueden propulsar protones hacia la Tierra, produciendo una tormenta de radiación peligrosa para los astronautas y los satélites. Todas esas cosas tienen su origen en las manchas solares.
Como era de esperarse, el número de manchas solares ha disminuido desde 2000; sin embargo la actividad solar persiste. ¿Cómo puede ser?
Hathaway responde: "Las manchas solares de 2005, aunque más escasas, han causado explosiones por encima del promedio normal". Considere la mancha solar 798/808, la fuente de la super-erupción del 7 de septiembre y ocho llamaradas X menores. Por sí sola, esta mancha solar ha hecho de septiembre de 2005 el mes más activo del Sol desde marzo de 1991.
¿Extraño? "Hay mucho acerca del ciclo de la continua actividad solar que se desconoce", señala Hathaway. "Las observaciones de erupciones con rayos X llevadas a cabo por los satélites de la NOAA que orbitan la Tierra empezaron en 1975, y las CME fueron descubiertas sólo unos pocos años antes por el Séptimo Observatorio Solar en Órbita (7th Orbiting Solar Observatory). Antes de los 70, nuestra información es incompleta".
Esto significa que no sabemos lo que es típico.
Los científicos solamente han observado tres ciclos solares completos empleando tecnología de satélite. "Es arriesgado extraer conclusiones de una base de datos tan escasa", dice.
Hathaway ofrece un relato que demanda cautela: antes de 2005, el último mínimo solar se esperaba en 1996 y el Sol, en aquel momento, parecía estar comportándose perfectamente: desde finales de 1992 hasta mediados de 1996, las manchas solares empezaron a desaparecer y se registraron exactamente cero llamaradas X durante esos largos años. Hubo un periodo de tranquilidad. Entonces, en 1996 cuando el recuento de manchas solares finalmente alcanzó su valor más bajo —¡bang!— estalló una llamarada X.
"El Sol puede ser muy impredecible", dice Hathaway, lo cual es algo que los planificadores de la NASA deben tener en cuenta cuando envíen seres humanos de vuelta a la Luna y hacia Marte.
Volviendo a 2005: ¿es este año una aberración —o una ráfaga normal en el fondo del ciclo solar? "Necesitamos observar más ciclos solares para responder a esta pregunta", dice Hathaway. "Y puesto que cada ciclo dura 11 años, la observación requiere tiempo".
Mientras tanto, Hathaway está esperando el 2006 cuando finalmente llegará el mínimo solar. ¿Quién sabe qué hará el Sol entonces?
Tomado de SCIENCE NASA
El 9 de septiembre, Birgit Kremer desde Marbella, filmó una llamarada X, si quieres ver la película pincha aquí.
Si deseas ver la Galería de Fotos, realizadas en septiembre, de las Auroras, pincha aquí.
Entonces, ¿esto es el mínimo solar?
De hecho, el mínimo solar, el punto más bajo del ciclo de actividad solar de 11 años, no se esperaba hasta 2006, pero los pronosticadores esperaban que 2005, la víspera del mínimo solar, fuera un año tranquilo sobre el Sol.
No ha sido tranquilo. 2005 empezó con una llamarada X el día de Año Nuevo —una señal de lo que iba a llegar-. Desde entonces hemos experimentado 4 tormentas geomagnéticas serias y 14 llamaradas X adicionales.
"Esto es mucha actividad", dice el físico solar David Hathaway del Centro Nacional de Ciencias Espaciales y Tecnología (National Space Science and Technology Center) en Huntsville, Alabama.
Comparé 2005 con el máximo solar más reciente: "En el año 2000", recuerda, "hubo 3 tormentas geomagnéticas serias y 17 erupciones de llamaradas X". Más o menos los eventos de 2005 en ambas categorías. El mínimo solar se parece extrañamente al máximo solar.
Los científicos como Hathaway le siguen la pista al ciclo solar de 11 años contando manchas solares. Cuando el número de manchas solares alcanza un pico, es el máximo solar, y cuando decae, es el mínimo solar.
Se supone que esto funciona porque las manchas solares son las principales fuentes de actividad solar: los campos magnéticos de una mancha solar se vuelven inestables y explotan. La explosión produce un destello de radiación electromagnética —una llamarada solar. También puede arrojar una nube de mil millones de toneladas de gas magnetizado al espacio —una eyección de masa coronal o "CME".
Cuando la CME alcanza la Tierra, hace estallar una tormenta geomagnética y vemos auroras. Las CME también pueden propulsar protones hacia la Tierra, produciendo una tormenta de radiación peligrosa para los astronautas y los satélites. Todas esas cosas tienen su origen en las manchas solares.
Como era de esperarse, el número de manchas solares ha disminuido desde 2000; sin embargo la actividad solar persiste. ¿Cómo puede ser?
Hathaway responde: "Las manchas solares de 2005, aunque más escasas, han causado explosiones por encima del promedio normal". Considere la mancha solar 798/808, la fuente de la super-erupción del 7 de septiembre y ocho llamaradas X menores. Por sí sola, esta mancha solar ha hecho de septiembre de 2005 el mes más activo del Sol desde marzo de 1991.
¿Extraño? "Hay mucho acerca del ciclo de la continua actividad solar que se desconoce", señala Hathaway. "Las observaciones de erupciones con rayos X llevadas a cabo por los satélites de la NOAA que orbitan la Tierra empezaron en 1975, y las CME fueron descubiertas sólo unos pocos años antes por el Séptimo Observatorio Solar en Órbita (7th Orbiting Solar Observatory). Antes de los 70, nuestra información es incompleta".
Esto significa que no sabemos lo que es típico.
Los científicos solamente han observado tres ciclos solares completos empleando tecnología de satélite. "Es arriesgado extraer conclusiones de una base de datos tan escasa", dice.
Hathaway ofrece un relato que demanda cautela: antes de 2005, el último mínimo solar se esperaba en 1996 y el Sol, en aquel momento, parecía estar comportándose perfectamente: desde finales de 1992 hasta mediados de 1996, las manchas solares empezaron a desaparecer y se registraron exactamente cero llamaradas X durante esos largos años. Hubo un periodo de tranquilidad. Entonces, en 1996 cuando el recuento de manchas solares finalmente alcanzó su valor más bajo —¡bang!— estalló una llamarada X.
"El Sol puede ser muy impredecible", dice Hathaway, lo cual es algo que los planificadores de la NASA deben tener en cuenta cuando envíen seres humanos de vuelta a la Luna y hacia Marte.
Volviendo a 2005: ¿es este año una aberración —o una ráfaga normal en el fondo del ciclo solar? "Necesitamos observar más ciclos solares para responder a esta pregunta", dice Hathaway. "Y puesto que cada ciclo dura 11 años, la observación requiere tiempo".
Mientras tanto, Hathaway está esperando el 2006 cuando finalmente llegará el mínimo solar. ¿Quién sabe qué hará el Sol entonces?
Tomado de SCIENCE NASA
El 9 de septiembre, Birgit Kremer desde Marbella, filmó una llamarada X, si quieres ver la película pincha aquí.
Si deseas ver la Galería de Fotos, realizadas en septiembre, de las Auroras, pincha aquí.
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